A la batalla, pero sin subirse al ring, se une una malograda Kim Basinger, como si de un desfile de viejas glorias se tratase, para poner cara al enfrentamiento emocional de los luchadores.
Más allá de lo bien que se conserva, su presencia es tan intrascendente como necesaria para sustentar un guión escrito rápido y mal. Y para cerrar el círculo un Alan Arkin, vendido al mejor postor, que hace las veces de cascarrabias, amigo y antiguo entrenador que volverá a hacerse cargo de su ya no tan joven pupilo; un papel tan parecido, casi calcado, al que ya interpretara Burt Young en "Rocky", que le hace a uno pensar sobre la incapacidad de reescribir un guión sin caer en tópicos
No hay nada rescatable en esta película más allá de una leve vuelta de tuerca a una historia ya de por sí contada en demasiadas ocasiones. Y es que a falta de una nueva entrega de "Rocky", "La gran revancha" puede hacer los honores; aunque en esta ocasión no estoy convencido de que realmente pueda satisfacer ni a los más incansables fans del potro italiano, ya que en ocasiones roza lo ridículo e incluso lo desagradable. No diré que todo esto resulta decepcionante, por que era de esperar, pero al menos su director nos podría haber brindado un par de secuencias por la que mereciera la pena tragarse las casi dos horas de película.
2,25 / 10
100% de acuerdo con la crítica. Truñaken de los buenos.
ResponderEliminarAunque creo que valió la pena por volver a ver subido a un ring al potro italiano. Leyenda viva. Muy fan. No se porque se le crítica tanto.
A lo mejor se le critica por su cara de cartón y porque cada año que pasa da más grima verle en pantalla; demasiado botox. En cualquier caso, estoy de acuerdo en que es una leyenda viva pero mejor si no tenemos que ver su cara más deformada de lo normal.
EliminarGrande Silvester (hermano!!!!!!). Dicen que se basó en Poli Díaz para su personaje.
ResponderEliminarMítica Kim Bassinger (caballo cubano!!)