
Basado en un texto de Pierre Drieu, el filme es abordado por su director como un viaje contemplativo a través de las acciones de su personaje protagonista. Sus encuentros y sus paseos por la ciudad que lo vio crecer servirán para manifestar un enfrentamiento con la realidad que lejos de pretender justificar sus actos o explicar su pasado, nos permitirán redescubrir junto a él el dolor que le empuja hacia su malestar. En un día de finales de agosto Anders se convierte en nuestro particular guía hacía la comprensión de la autodestrucción, hacia el vacío inconsciente que, en algún momento de nuestras vidas, se apodera de nosotros. Anders nos invita a conocer la realidad en la que se ha estancado, su realidad.